Todos queremos estar ahí. Es la fecha en que los integrantes de la patria futbolera quieren ver a Messi gambeteando a todos y dándole un pase a la red. Para gritar, emocionarse, y sentirse feliz al menos por un rato. Pero el Mundial Sudáfrica 2010 se vive día a día. No es sólo una pelota de fútbol. Es pasión, es comunicación, es negocio, también. Es identidad, compromiso, respeto y también violencia. Se vive en la calle pero también en los medios. Y mucho mas en las plataforma tecnológicas. La cátedra de Periodismo Deportivo de 4 año de la UAI Rosario te invita a participar, soñar a pensar juntos que significa un Mundial de Fútbol para nuestro país. El silbato acaba de sonar.

miércoles, 7 de julio de 2010

Triste final


Gol de Alemania. Así empezó la historia del sábado. Menos de tres minutos fue el tiempo necesario para derribar la ilusión que se había generado en los últimos cuatro largos años de espera. Esa misma ilusión que se fue agigantando desde la primera victoria en el mundial frente a Nigeria aquel 12 de junio.No alcanzó la arenga de Maradona antes de empezar el trascendental partido, tampoco la habilidad de Messi que pareció censurada por el magnífico trabajo que realizaron los mediocampistas alemanes. Mucho menos la garra y el despliegue en el medio de Mascherano.El sacrificio de Tevez pasó desapercibido.Entonces, luego de ese balde de agua fría al comenzar el juego, el equipo intentó salir a buscar el partido. Intentó porque en realidad nunca lo logró.


Los primeros 25 minutos de Alemania fueron demoledores, con gol incluido.Pero con el correr de los minutos, Argentina se fue acomodando en el campo y empezó a instalarse en campo rival. Lo que nunca encontró fue la profundidad necesaria y falló en los últimos metros.Resulta fácil hablar con el resultado puesto, pero es algo que en el fútbol es inevitable. Si no no sería fútbol. No habría análisis, no habría debate.Pero Alemania, que planteó un partido inteligente, pudo aguantar esa arremetida del equipo de Maradona esperando la oportunidad de aprovechar algún que otro contragolpe. Cosa que finalmente sucedió cuando Klose decretó el segundo gol alemán, equivalente a lo que empezaba a ser la despedida de Argentina.


Decir que Otamendi no cumplió su función de lateral sería real, pero caerle con toda la culpa a él resulta injusto. Porque no es su posición natural, porque él juega donde el técnico le pide, claro está. Cualquiera que le guste el fútbol estaría dispuesto a resignar su posición y moverse con tal de estar entre los once, más en un mundial. Sería necio aquel que lo negara.Pero también existe culpa del cuerpo técnico por no leer el problema o la mayor falencia durante todo el mundial que fue precisamente, el lateral derecho.


Tal vez Zanetti esté disfrutando sus vacaciones o preguntándose lo que todos se preguntan:por qué no fue convocado o por qué, habiendo jugadores como Clemente Rodríguez, seguía insistiendo con inventar posiciones.Pero no sólo falló esa zona. Hubo otras falencias que llevaron a que el partido se juegue a gusto del equipo alemán a quién, por supuesto, no se le debe quitar mérito. Anularon a Messi, eliminaron a Mascherano adueñándose Schweinsteiger del mediocampo abriendo y distribuyendo pelotas por los costados con los habilidosos Muller y Podolsky para asistir al temible e infalible Miroslav Klose.También hay que decir que Maradona demoró los cambios, sumado a la mala suerte de que en el momento de los dos primeros cambios, el equipo europeo marcó el segundo y el tercer gol respectivamente.


Y luego quedó tiempo para que Alemania se luciera y termine el partido como lo empezó. Buscando y marcando un gol luego de un contragolpe muy bien manejado que agarró a la defensa argentina fulminada.Más allá de la forma en que se perdió, existen varios jugadores que no tienen nada que reprocharse, por el sacrificio, la entrega, las ganas y el sentimiento.


Tal vez otros tengan unos días de duelo y luego olviden el mal trago y vuelvan a pensar en los millones que van a seguir ganando durante los próximos cuatro años en lo que también deberán esperar para tener la posibilidad de una revancha mundialista.Análisis, críticas, errores, aciertos, peleas y muchas otras cosas más fueron las que llevaron a la selección al lugar al que nadie quería llegar antes del 11 de julio: el regreso a casa con un triste final.


Por: Mauricio Schnaider.

No hay comentarios:

Publicar un comentario