Todos queremos estar ahí. Es la fecha en que los integrantes de la patria futbolera quieren ver a Messi gambeteando a todos y dándole un pase a la red. Para gritar, emocionarse, y sentirse feliz al menos por un rato. Pero el Mundial Sudáfrica 2010 se vive día a día. No es sólo una pelota de fútbol. Es pasión, es comunicación, es negocio, también. Es identidad, compromiso, respeto y también violencia. Se vive en la calle pero también en los medios. Y mucho mas en las plataforma tecnológicas. La cátedra de Periodismo Deportivo de 4 año de la UAI Rosario te invita a participar, soñar a pensar juntos que significa un Mundial de Fútbol para nuestro país. El silbato acaba de sonar.

martes, 6 de julio de 2010

Costumbres Argentinas


A principios del siglo pasado, los ingleses viajaron a Argentina para trabajar en sus puertos. De ese momento, introdujeron el fútbol al país. En la actualidad, sin dudas, éste se convirtió en el deporte nacional y por excelencia de los argentinos.


El fútbol no implica sólo un deporte y una afición, sino más bien una pasión de multitudes y un sentimiento inexplicable. Los hinchas siguen a sus equipos con todo su corazón por todo el país y lucen orgullos sus casacas donde sea que vayan. Todo ese amor por sus colores, tiene que ver con una cuestión cultural.


Cuando se habla de la cultura argentina, no se puede dejar de lado el fútbol y sus costumbres. Ese fervor, que se experimenta en cada cancha del país, es una emoción que sino la vivís no la comprendes. Este fenómeno se intensifica con la llegada del Mundial, todos los argentinos unidos por los mismos colores –no importa la rivalidad entre los clubes- y por un sueño en común, ser el campeón del mundo.


Al igual que en todos los mundiales, Sudáfrica 2010 desató una euforia por el fútbol tal que implicó que millones de personas falten a su trabajo, dejen a un lado a su familia, posponen responsabilidades y evaden obligaciones con tal de poder disfrutar un partido. Pero, ¿por qué alguien deja de lado su vida profesional y personal por una pasión?


Ese fanatismo se debe a una búsqueda de una identidad, tanto de un club como los integrantes del mismo. Esto surge a partir de la adolescencia donde logra consolidarse la parte más primordial de la personalidad, la identidad. Es decir, la respuesta a las preguntas: quién soy, qué soy, de dónde vengo, hacia dónde voy. Pero esta concepción también hace hincapié a qué quiero ser mañana.


Gran parte de los adolecentes encuentran un vehículo de identificación en fútbol. Seguir a un equipo permite que ellos se sientan parte de un grupo social y cultural –adquieren los valores, metas e ideales que posee su club-. Esta permanencia les da seguridad. Asimila a los de su equipo y lucha, sufre y goza con ellos como si les pertenecieran.


El fútbol también funciona como una maniobra de evasión en un mundo que se percibe como caótico, el enfrentarse a un mundo adulto, lleno de responsabilidades, normas que atacar y obligaciones que cumplir, se crea un mundo de fantasía donde lo más importantes es el fútbol. Se dejan de lados las preocupaciones de la vida diaria y los conflictos del país; estos se niegan y se devalúan ante la impotencia o la imposibilidad de resolverlos. Así el resultado de un partido adquiere mayor importancia, los valores se ven tergiversados y el estado emocional del hincha depende del resultado de su club.


Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, pareciera que el hincha empieza a vivir como si fuera un actor de una novela. Por momentos (cuando su equipo gana) puede sentirse triunfador. Pero en otros momentos (cuando su equipo pierde) puede sentir un infeliz.


La pasión por el fútbol anida en los corazones de la mayor parte de los argentinos. Es parte importante de sus vidas, aunque, por supuesto, para algunos constituye la vida misma, tal es la cantidad de energía que le dedican. En ese sentido el fútbol proporciona, entonces, entre otras cosas, identidad. Es por ello, que una parte del ser argentino está constituido por esta pasión.


Pero la identidad que proporciona no sólo es el producto de una afición compartida; también es de carácter nacional, si es que se puede hablar en esos términos, se refleja de alguna manera en el fútbol, en sus jugadores, en la forma en que enfrentan adversarios diversos, en el tipo de comportamiento de la hinchada, etc.


El fútbol es una de las mayores pasiones en la vida del hombre. ¿Cómo vas a saber lo que es la vida, sí nunca jamás jugaste al fútbol? Así lo expresa Walter Saavedra en uno de sus poemas dedicados a este deporte…


Por: Rocío Pavón.

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