Todos queremos estar ahí. Es la fecha en que los integrantes de la patria futbolera quieren ver a Messi gambeteando a todos y dándole un pase a la red. Para gritar, emocionarse, y sentirse feliz al menos por un rato. Pero el Mundial Sudáfrica 2010 se vive día a día. No es sólo una pelota de fútbol. Es pasión, es comunicación, es negocio, también. Es identidad, compromiso, respeto y también violencia. Se vive en la calle pero también en los medios. Y mucho mas en las plataforma tecnológicas. La cátedra de Periodismo Deportivo de 4 año de la UAI Rosario te invita a participar, soñar a pensar juntos que significa un Mundial de Fútbol para nuestro país. El silbato acaba de sonar.

martes, 22 de junio de 2010

Confieso que he gritado



No me miren como un bicho raro. Hace mucho que no gritaba un gol de la selección. Y eso que los vengo gritando desde el Mundial de Alemania…..74, cuando pasamos de rueda en el grupo con Haití, Polonia e Italia. Ni les digo los de Mario Kempes en el 78 y los del Diego jugador en el 86..



Con los años entendí muy bien gracias a la profesión cada una de las caras del fútbol. Pero aun asi mantuve las ilusiones. Me costó pasar el duelo del fracaso de Bielsa en el 2002. Convicciones, respeto, personalidad, ideas, fundamentos, todo lo bueno se fue al diablo por aquel tiro libre de Svenson.



Después de ese proceso, la selección se convirtió en la hoguera de las vanidades. La tibieza inesperada en la conducción de Pekerman, permitió la mas descara presencia de Grondona eligiendo jugadores. De los players que decir. –Riquelme, Crespo es de tu mismo equipo, se la podés pasar.



Después Basile fue el canto al amiguismo, a la falta de seriedad. Que decir del proceso de Diego Maradona. Hasta el mismísimo Riquelme lo trató de traidor. Caótico, irresponsable, soberbio, manipulador, fascista. Un proceso a la medida del conductor. En la cancha todo fue papelón tras papelón. (Bolivia, Brasil, Perú)



Las tengos bien adentro, Diego. Digo, las convicciones y el buen gusto. Un resultado no me cambia, ni siquiera un título del mundo. Como hinchar por un equipo que solo le importa que Maradona siga siendo Argentina. ¿se entiende no?



Pero contra Grecia, algo me conmovió como hacía tiempo. Si , Martín, el hombre de la mirada honesta y cristalina, que nunca escondió sus defectos, y que siempre tuvo la palabra justa, aun en los peores momentos de su vida.



Hace un rato, grite un gol de Argentina, por vos Martín. Gracias por hacerme creer otra vez en el fútbol.
Por: Pablo Casazza

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