El horario, incómodo, me permitió ingresar al trabajo luego de que éste finalizara.Pero tuvo, para mí, un condimento especial: lo vi con mi novia.Para mí no es indispensable juntarnos con amigos para ver un partido de fútbol. Por eso lo cuento. Es más, yo que formo parte de un grupo en el que no todos los integrantes son amantes del fútbol, me resultó más atractivo ver y comentar el partido con mi novia, quién conoce bastante de fútbol.
Desayuno con mate, tostadas y galletitas fueron la compañía junto a mi novia para compartir un inobjetable triunfo por 4-1.Más allá de elegir algunos momentos para ver fútbol con amigos, debo confesar que me resultó un momento agradable. Y no tengo nada contra las mujeres y el fútbol y tampoco soy de esos que piensa que “el fútbol es cosa de hombres”.Creo que los partidos son excusa para reunirse con amigos y pasar un momento agradable.
Luego de la linda experiencia, me tocó ir a trabajar nuevamente, pero esa es otra historia.Es por eso que confieso: yo lo vi con mi novia.
Por: Mauricio Schnaider.
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